Nuestros proyectos
"Ayúdame a hacerlo por mí mismo". Maria Montessori
La clase verde (0-1 años)
La etapa 0-1 es una de las más importantes en la vida de los niños. En ella vemos cómo los niños comienzan a gatear, andar, hablar... Por ello, tendremos como objetivo en esta etapa cubrir sus necesidades fisiológicas y garantizar su seguridad, estimulando el desarrollo de sus capacidades intelectuales, motrices, sociales y emocionales. Para ello, crearemos ambientes que potencien la creatividad, el interés y la curiosidad.
Les transmitiremos hábitos que les permitan conseguir autonomía y les faciliten la adquisición de los aprendizajes. Desarrollaremos las siguientes capacidades: conocer su cuerpo y sus posibilidades de acción; relacionarse con los demás; explorar y observar su entorno natural, familiar y social; y adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales. Todo ello mediante una metodología basada en la experiencia, las actividades y el juego.
La clase lila (1-2 años)
El objetivo en esta etapa es conseguir en un ambiente de amistad y alegría, que cada alumno optimice su nivel de maduración en todas las dimensiones de su personalidad (cognitiva, estética, afectiva, social, motor,..) con un espíritu de autenticidad, paciencia, gratuidad y amor
La clase azul (2-3 años)
El paso de los dos a los tres años es un momento difícil para los niños y sus papás. Entramos en la etapa en la que quieren hacerlo todo solo, surgen las rabietas, empiezan a rechazar alimentos, es el inicio del control de esfínteres... Cuántas veces he oído la frase: “Qué hago ahora con él?, no parece el mismo”. Ahí comienza nuestro trabajo a esta edad, ya que hay que prepararlos para entrar en el “Mundo del Cole” que se inicia el curso siguiente. La labor fundamental que tenemos que llevar a cabo es que sean lo más autónomos posible en hábitos de higiene y alimentación; que sepan vestirse y ponerse el abrigo y el babi, y tantas cosas que van a necesitar pronto para desenvolverse en el cole de los mayores. Por supuesto es fundamental que adquieran una buena gestión de sus emociones.
Podríamos decir que lo que se pretende en el grupo de dos a tres años es hacer de ellos niños felices, sanos y autónomos. Eso se consigue con una dosis de paciencia y muchas, muchas dosis de cariño.